Beneficios intangibles de ICM (II). Ventajas de trabajar cerca de casa, para la salud, el bolsillo y el medioambiente

Más del 87 % del personal de ICM (Integral de Conexión y Montajes, S.L.), incluyendo al de las dos fábricas en las que desarrollamos nuestras soluciones de fabricación para fabricantes, vive cerca del lugar de trabajo o en localidades próximas. En concreto, a un máximo de 36 minutos en coche. Esta cercanía es uno de los beneficios intangibles que ofrece nuestra compañía. Sin embargo, en España, esto no es lo habitual, sino que la mayoría tiene que invertir bastante tiempo en ir y volver del trabajo cada día.


Los expertos confirman que vivir cerca de la empresa minimiza el impacto en la salud física y mental, que producen los desplazamientos para ir al centro de trabajo y regresar al hogar tras finalizar la jornada laboral. Por eso, muchos psicólogos sociales consideran que la distancia entre el domicilio y el centro de trabajo es un factor a tener muy en cuenta a la hora de elegir un trabajo u otro, ya que ningún salario contrarresta los efectos negativos de conducir durante horas.

Trabajar cerca de casa permite invertir menos tiempo en desplazamientos, lo que contribuye a reducir el estrés. También posibilita dormir y descansar más, pues es posible salir más tarde por las mañanas, y regresar antes al hogar, tras finalizar la jornada laboral. Y ese ahorro de tiempo puede destinarse a realizar ejercicio, practicar deporte y actividades de ocio, e incluso a pasar más momentos con la familia y amigos. Todo esto es más difícil cuando se emplean horas en trayectos de casa al trabajo y viceversa; y lógicamente, repercute en la salud.

Por otra parte, vivir cerca del trabajo facilita la utilización de medios de transporte activos más beneficiosos para la salud, como la bicicleta o andar.

Otras ventajas adicionales que supone la proximidad al trabajo están relacionadas con la economía doméstica y el impacto medioambiental. Se evitan largos trayectos en coche que, frecuentemente, implican atascos y riesgo de sufrir un accidente de tráfico. O, si se opta por el transporte público en lugar del privado, reduce el tiempo en tren, autobús o metro.

Además, esa cercanía al lugar del trabajo implica un considerable ahorro de dinero, debido a que, por ejemplo, no utilizar el vehículo propio o usarlo en recorridos cortos, reduce el gasto de combustible y el derivado de posibles averías y mantenimiento. Y ofrece una mayor posibilidad de emplear el transporte público, un medio más económico y práctico, así como beneficioso para el medioambiente, pues un menor gasto de combustible contribuye a reducir la contaminación, lógicamente.

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