El cable eléctrico. Tipos
Como continuación del artículo anterior en el que nos centramos en la definición y composición de los cables eléctricos, hoy abordaremos su clasificación, la cual responde a diferentes criterios:


Como continuación del artículo anterior en el que nos centramos en la definición y composición de los cables eléctricos, hoy abordaremos su clasificación, la cual responde a diferentes criterios:
Un cable eléctrico es un conductor o conjunto de ellos, recubierto/s de un material aislante o protector, generalmente, utilizado para trasladar energía eléctrica.
El mejor conductor de energía eléctrica es la plata. Sin embargo, debido a su elevado precio, habitualmente, se utilizan son el cobre o el aluminio. Este último, aunque tiene una conductividad eléctrica del 60% respecto a la del cobre, es más económico y ligero, por lo que es idóneo para líneas aéreas de transmisión de energía eléctrica en las redes de alta tensión.
Las aplicaciones de los cables libres de halógenos están previstas en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT), que los denomina “cables AS” o “de Alta Seguridad”.
Son cables seguros porque su aislamiento no contiene ningún elemento químico del grupo 17 de la tabla periódica, es decir, ni flúor ni cloro ni bromo ni yodo ni astato, que son elementos tan reactivos que nunca se hallan en la naturaleza sin mezclarse con otros. El resultado de la combustión de materiales de este tipo es una gran cantidad de humos corrosivos, tóxicos y opacos. Por eso, los cables sin halógenos, en caso de incendio, se comportan mucho mejor que, por ejemplo, los de PVC, que contienen cloro.
En septiembre se celebrarán cuatro eventos relacionados con los sectores electrónico, eléctrico e iluminación, en diferentes países de los continentes europeo, asiático, y americano.
Ya hemos hablado en otras ocasiones del cable eléctrico, de su definición, composición y clasificación. Pero, ¿cuándo se descubrió este invento que revolucionó la vida, llevando electricidad allí donde fuera necesario? Veamos…
La naturaleza eléctrica de la materia fue descubierta por el filósofo griego Tales de Mileto, en torno al año 600 a.C, al observar que frotando el ámbar con una piel, éste atraía cuerpos ligeros. Se daban así los primeros pasos del inicio de la electricidad. Pero, hubo que esperar hasta el siglo XVI para que William Gilbert, un médico inglés, detectara que existían otros materiales, a los que llamó “eléctricos”, que mostraban el mismo comportamiento que el ámbar. Este doctor inventó el versorio, un instrumento para determinar si un cuerpo era o no eléctrico.